Muchas gracias por todo lo que me has
dado. Me has hecho sentir cosas que nunca creí que sentiría y me
has hecho planificar sueños que creí que no eran para mí o en los
que creí tener poco interés.
Te veo como un hombre maravilloso.
Amable, bueno, generoso, paciente y mi sanador personal. Siempre
dispuesto a ayudarme y con un don especial para ello. ¡A veces sólo
con un abrazo sin necesidad de palabras de ningún tipo! Gracias por
tus escuchas, tus sesiones de psicólogo esas que tanto me han
ayudado a descubrir lo que quiero hacer y a donde quiero ir.
He de confesar, aunque ya lo sabes, que
contigo he descubierto dos formas de estar enamorada: racional e
irracionalmentee.
Me has despertado ganas de pasar días
enteros a solas contigo incluso en etapas jóvenes de la relación,
junto con ilusiones gigantes y ganas exageradas que me hacían
imaginarme mil cosas que compartir contigo y mil caminos a los que ir
(literal y figuradamente). Cuando con la gente que he conocido hasta
el momento, en general, me siento aburrida al pasar unas pocas horas.
Siempre me imaginé sola en el futuro,
quizás con algún animal. Pero te quise y quiero tanto que
despertaste en mí ganas de vivir contigo, de planificar nuestro
futuro juntos e incluso de crear una familia a tu lado. Esas ganas
son tan reales que me imagino escenas nítidas de ello.
Has despertado en mí “yoes”
inimaginados. Partes de mi desconocidas que me maravillo de haber
descubierto ¡gracias! No sólo lo contado en el anterior párrafo.
Decenas de pequeños yoes que estaban latentes esperando a ser
descubiertos.
Estoy convencida de que te va a ir
bien.
Eres una persona increíble y es fácil
darse cuenta de ello. Tienes un enorme atractivo por dentro y por
fuera, calmado, una persona que está en equilibrio y ayuda a
estarlo. Despiertas ternura, ganas de quererte y cuidarte. Calmas
tempestades. Despiertas instintos desconocidos. Llevas al interior de
emocionantes volcanes y a tranquilas calas paradisíacas bajo un
cielo estrellado totalmente despejado. Eres una fuente de inspiración
que me ha motivado a pincelar sueños donde sólo había lienzos en
blanco.
No es difícil darse cuenta de todas
estas cosas. Estoy segura de que mucha gente siente parte de estas
sensaciones que describo aquí aunque te conozcan poquito. ¡Ay
granuja! No seas tan misterioso, (o más bien solitario) déjate
conocer más, deja que más personas se maravillen, disfruten de ti y
entren en mundos fantásticos.
Sigo con lo que quería decir, que me
pierdo en sentimientos. Estoy segura de que te irá bien, porque más
personas descubrirán lo maravilloso que eres, sólo tienes que
dejarlas acercarse a ti. Estoy segura de que si tienes el corazón
abierto y los miedos superados o compartidos podrás llegar tan lejos
como quieras con la próxima persona de la que te enamores.
Te deseo lo mejor. Te deseo que
encuentres el amor de nuevo. Deseo que ella te despierte pasión,
ternura y miles de ganas de imaginar, compartir y vivir proyectos
juntos. Junto con estas ganas te deseo que tengas determinación y
energía de hacer esas cosas con ella. Si sigues teniendo miedos,
deseo que se los dejes ver a ella, para que te pueda ayudar, y que
superéis vuestras vicisitudes juntos de manera que podáis
disfrutar de toda la ilusión del mundo compartida. Estoy segura de
que tú la escucharás a ella. De eso no tengo ninguna duda.
No tengo dudas de que te irá bien con
tu vocación. Creo que cuando uno descubre qué es lo que quiere
hacer en la vida todo le sonríe. Tú no sólo has descubierto con
qué quieres ganarte el pan, al explorarlo se ha visto que eres
inusualmente bueno en ello. Te animo a que dejes los temores
enfundados en la saya y a que sigas ese camino. Estoy convencida de
que descubrirás muchas sorpresas agradables, y bueno, quizás haya
obstáculos en tu camino, no todo va a ser color de rosa, pero sé
que esos momentos más difíciles te harán conocer partes de ti que
te gustarán y harán más fuerte. No tengas miedos, lánzate a
conocerlos. Lánzate a vivir, a sufrir y disfrutar a partes iguales
si es el momento, y aprender. Con ello llegarás a cumbres
inexploradas, pero deseadas y anheladas aunque no lo sepas.
Aunque todo mi ser me dice que te va a
ir bien, de todas formas te deseo lo mejor. Muchas gracias por
ayudarme a conocerme más, despertarme sentimientos e ideas tan
maravillosas y haber compartido conmigo parte de tu camino. Con las
ilusiones que me has despertado, y los caminos desconocidos y por
conocer dentro de mi que me has enseñado me has lanzado a un camino,
que aunque ahora mismo va a ser muy doloroso tiene un potencial
inimaginable.
Eres un ser maravilloso e inspirador.
No te escondas, ¡déjate salir!
Siento no tener la fe necesaria en este
momento para seguir viajando juntos. Quizás me forcé demasiado en
el pasado, cuando deberíamos habernos dejado tiempo por separado
para descubrir lo que queríamos y haber reservado esas energías y
determinación para seguir la senda juntos ahora. Quizás esta era la
última vez, para solucionar este gran problema que tenemos e íbamos
a aprender lo suficiente el uno del otro como para no chocarnos con
esta gran enfermedad de nuevo. No lo sé. Sólo sé que en el
presente no creo en que tengas la determinación o la contundencia de
lanzarte a este camino conmigo. He visto esta contundencia ahora, al
estar tan cerca de nuestro final, y la he visto otra veces. Pero no
quiero que nuestra vida juntos sea así, no quiero arrastrarte a los
abismos, manipularte con mi dolor, ponerte entre la espada y la pared
cuando no estás preparado y no es natural en ti.
Entiendo que no estés preparado, que
no sea el momento, o que quizás yo no sea la persona (aunque me
digas encarecidamente que así es). Mereces a alguien que respete y
apoye más tus tiempos, tus etapas, tus momentos de congelación. ¡Te
lo mereces todo, que narices!
Es una pena que seamos tan parecidos o
compatibles en cosas tan importantes pero no en esto. No en empezar
el viaje ahora o en dejarme ayudarte a ello sin empujarte al límite.
Adiós compañero. Siempre estarás
dentro de mi en un puesto muy importante. Me habrás ayudado a ser en
lo que me convierta y a maravillarme eternamente de cosas que he
descubierto contigo.