lunes, 18 de julio de 2016

Adiós y gracias


Muchas gracias por todo lo que me has dado. Me has hecho sentir cosas que nunca creí que sentiría y me has hecho planificar sueños que creí que no eran para mí o en los que creí tener poco interés.
Te veo como un hombre maravilloso. Amable, bueno, generoso, paciente y mi sanador personal. Siempre dispuesto a ayudarme y con un don especial para ello. ¡A veces sólo con un abrazo sin necesidad de palabras de ningún tipo! Gracias por tus escuchas, tus sesiones de psicólogo esas que tanto me han ayudado a descubrir lo que quiero hacer y a donde quiero ir.
He de confesar, aunque ya lo sabes, que contigo he descubierto dos formas de estar enamorada: racional e irracionalmentee.
Me has despertado ganas de pasar días enteros a solas contigo incluso en etapas jóvenes de la relación, junto con ilusiones gigantes y ganas exageradas que me hacían imaginarme mil cosas que compartir contigo y mil caminos a los que ir (literal y figuradamente). Cuando con la gente que he conocido hasta el momento, en general, me siento aburrida al pasar unas pocas horas.
Siempre me imaginé sola en el futuro, quizás con algún animal. Pero te quise y quiero tanto que despertaste en mí ganas de vivir contigo, de planificar nuestro futuro juntos e incluso de crear una familia a tu lado. Esas ganas son tan reales que me imagino escenas nítidas de ello.
Has despertado en mí “yoes” inimaginados. Partes de mi desconocidas que me maravillo de haber descubierto ¡gracias! No sólo lo contado en el anterior párrafo. Decenas de pequeños yoes que estaban latentes esperando a ser descubiertos.
Estoy convencida de que te va a ir bien.
Eres una persona increíble y es fácil darse cuenta de ello. Tienes un enorme atractivo por dentro y por fuera, calmado, una persona que está en equilibrio y ayuda a estarlo. Despiertas ternura, ganas de quererte y cuidarte. Calmas tempestades. Despiertas instintos desconocidos. Llevas al interior de emocionantes volcanes y a tranquilas calas paradisíacas bajo un cielo estrellado totalmente despejado. Eres una fuente de inspiración que me ha motivado a pincelar sueños donde sólo había lienzos en blanco.
No es difícil darse cuenta de todas estas cosas. Estoy segura de que mucha gente siente parte de estas sensaciones que describo aquí aunque te conozcan poquito. ¡Ay granuja! No seas tan misterioso, (o más bien solitario) déjate conocer más, deja que más personas se maravillen, disfruten de ti y entren en mundos fantásticos.
Sigo con lo que quería decir, que me pierdo en sentimientos. Estoy segura de que te irá bien, porque más personas descubrirán lo maravilloso que eres, sólo tienes que dejarlas acercarse a ti. Estoy segura de que si tienes el corazón abierto y los miedos superados o compartidos podrás llegar tan lejos como quieras con la próxima persona de la que te enamores.
Te deseo lo mejor. Te deseo que encuentres el amor de nuevo. Deseo que ella te despierte pasión, ternura y miles de ganas de imaginar, compartir y vivir proyectos juntos. Junto con estas ganas te deseo que tengas determinación y energía de hacer esas cosas con ella. Si sigues teniendo miedos, deseo que se los dejes ver a ella, para que te pueda ayudar, y que superéis vuestras vicisitudes juntos de manera que podáis disfrutar de toda la ilusión del mundo compartida. Estoy segura de que tú la escucharás a ella. De eso no tengo ninguna duda.
No tengo dudas de que te irá bien con tu vocación. Creo que cuando uno descubre qué es lo que quiere hacer en la vida todo le sonríe. Tú no sólo has descubierto con qué quieres ganarte el pan, al explorarlo se ha visto que eres inusualmente bueno en ello. Te animo a que dejes los temores enfundados en la saya y a que sigas ese camino. Estoy convencida de que descubrirás muchas sorpresas agradables, y bueno, quizás haya obstáculos en tu camino, no todo va a ser color de rosa, pero sé que esos momentos más difíciles te harán conocer partes de ti que te gustarán y harán más fuerte. No tengas miedos, lánzate a conocerlos. Lánzate a vivir, a sufrir y disfrutar a partes iguales si es el momento, y aprender. Con ello llegarás a cumbres inexploradas, pero deseadas y anheladas aunque no lo sepas.
Aunque todo mi ser me dice que te va a ir bien, de todas formas te deseo lo mejor. Muchas gracias por ayudarme a conocerme más, despertarme sentimientos e ideas tan maravillosas y haber compartido conmigo parte de tu camino. Con las ilusiones que me has despertado, y los caminos desconocidos y por conocer dentro de mi que me has enseñado me has lanzado a un camino, que aunque ahora mismo va a ser muy doloroso tiene un potencial inimaginable.
Eres un ser maravilloso e inspirador. No te escondas, ¡déjate salir!
Siento no tener la fe necesaria en este momento para seguir viajando juntos. Quizás me forcé demasiado en el pasado, cuando deberíamos habernos dejado tiempo por separado para descubrir lo que queríamos y haber reservado esas energías y determinación para seguir la senda juntos ahora. Quizás esta era la última vez, para solucionar este gran problema que tenemos e íbamos a aprender lo suficiente el uno del otro como para no chocarnos con esta gran enfermedad de nuevo. No lo sé. Sólo sé que en el presente no creo en que tengas la determinación o la contundencia de lanzarte a este camino conmigo. He visto esta contundencia ahora, al estar tan cerca de nuestro final, y la he visto otra veces. Pero no quiero que nuestra vida juntos sea así, no quiero arrastrarte a los abismos, manipularte con mi dolor, ponerte entre la espada y la pared cuando no estás preparado y no es natural en ti.
Entiendo que no estés preparado, que no sea el momento, o que quizás yo no sea la persona (aunque me digas encarecidamente que así es). Mereces a alguien que respete y apoye más tus tiempos, tus etapas, tus momentos de congelación. ¡Te lo mereces todo, que narices!
Es una pena que seamos tan parecidos o compatibles en cosas tan importantes pero no en esto. No en empezar el viaje ahora o en dejarme ayudarte a ello sin empujarte al límite.

Adiós compañero. Siempre estarás dentro de mi en un puesto muy importante. Me habrás ayudado a ser en lo que me convierta y a maravillarme eternamente de cosas que he descubierto contigo.