jueves, 24 de enero de 2013

Flores


Leyendo un libro de Antonio Muñoz Rojas para el club de lectura de la semana que viene, me he dado cuenta de lo poco que sé de flores, y de plantas en general...

En las películas románticas a veces hay un tema que sale bastante a relucir: ¿cuál es la flor preferida de la chica/o? ¿y cuál la que más le pega? ¿cuál la adecuada para lo que se quiere decir?

No sé cual es mi flor favorita, ni siquiera conozco muchas flores, así que ahora que mi atención se ha fijado en ellas creo que es un buen momento para descubrirlas.

¿Cuáles llamarán más mi atención? ¿Cuáles tendrán mejor olor? y... ¿cual será mi favorita?

Bueno, de momento investigaré sobre las flores que vayan apareciendo en los libros que lea, empezando por  "Historias de familia" del nombrado autor; o en otras circunstancias: la verbena, por ejemplo, la he buscado porque me compré hace poco un perfume con su fragancia como componente principal. 

Celindo: La celinda(Philadelphus coronarius L.), llamado también celindo o filadelfo, es una popular planta ornamental muy cultivada en jardines de las regiones templadas. La celinda es un arbusto caducifolio de 1 a 3 metros de altura, muy decorativo. Las flores son de un color blanco lechoso, de unos 3 cm. de diámetro y se agrupan en racimos de hasta diez. Desprenden un olor dulce que recuerda al del azahar. Florece en mayo.

Philadelphus Coronarius


Heliotropo: Los Heliotropos (Heliotropium) es un género de planta de la familia Boraginaceae con 250 a 300 especies. Varias de ellas son populares plantas de jardín. Siendo la más notable Heliotropium arborescens. El nombre Heliotrope (Helios significa en griego "sol", tropein significa "volver") deriva del movimiento de la planta mirando al sol.


Madreselva: Lonicera es un género de plantas con flores perteneciente a la familia Caprifoliaceae. Las especies incluidas dentro de este género normalmente son conocidas por el nombre popular de madreselvas. Son arbustos arqueados o parras sarmentosas, la mayoría con dulces fragancias, flores con forma de campana. Hay unas 180 especies de madreselvas, las más comunes son L. periclymenum (Madreselva europea), L. japonica (Madreselva japonesa) y L. sempervirens (Madreselva trompeta). 
* ¿Puede ser que estas sean las flores a las que de niña le quitaba los pétalos y chupaba por su sabor dulce?







Azucena: Lilium, comúnmente llamados azucenas o lirios, es un género con alrededor de 110 especies de la familia de las liliáceas. Las azucenas son generalmente hierbas de tallos frondosos que forman bulbos subterráneos, escamosos o desnudos, los cuales utilizan para sobrevivir al invierno. La mayoría de especies son caducas, excepto unas cuantas (como Lilium candidum, Lilium catesbaei) que mantienen una roseta de hojas basales durante el periodo de inactividad invernal. Las grandes flores, que exhalan una fuerte fragancia, sobre todo de noche, tienen seis pétalos en una variedad de colores que abarca el blanco, amarillo, anaranjado, rosado y púrpura. Los motivos incluyen manchas, pinceladas y puntillas. La floración se da en verano.

 Verbena: es un género de plantas herbáceas o semileñosas, anuales o perenne, con cerca de 250 especies. Rastreras con hojas simples, opuestas. Originarias de ambos hemisferios. Prefieren suelos arenosos, livianos y de rápido drenaje. Generalmente se las encuentra en grupos de numerosos individuos de flores del mismo color, asociadas a otras coloridas especies/variedades, las cuales, en su conjunto, forman una atractiva vista.

Usos y leyendas de verbena: La verbena fue muy celebrada en la antigüedad y figuraba en la mayor parte de las prácticas religiosas. Los celtas la asociaban al muérdago y de ella se servían los druidas para predecir el futuro. En la guerra, los heraldos enviados al enemigo llevaban en señal de paz una rama de verbena. Los recién casados creían asegurar su felicidad yendo al altar con un ramo de esta planta oculto debajo de su manto. A fin de disipar o prevenir las enfermedades, conjurar los hechizos y librarse de los genios maléficos, colgaban los antiguos matas de verbena en sus camas y en las puertas de las casas. Le dieron también gran importancia los magos y adivinos de la Edad Media que la empleaban en sus encantos haciéndola entrar en los filtros o elixires propios para avivar los fuegos de amor próximos a apagarse.






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