domingo, 30 de octubre de 2016

Realidad

“ Nos adaptamos a nuestras circunstancias. El tiempo que pasamos juntos fue especial y ahora volvemos a la realidad”

Eso dijo él. Quizás en un intento de hacerla bajar de las nubes.
Aunque ella no estaba segura de querer bajarse de allí, siempre se había encontrado cómoda en los sitios altos. Desde ahí se descubren nuevas perspectivas, se ve el grueso del paisaje al completo, y se difuminan los detalles pequeños que no forman parte del conjunto. A la vez, extrañamente, que ciertas partes minúsculas se suman para dar riqueza y matices a la visión.

Y allí se encontraba. Sentada en la cima del rascacielos. Sufriendo y amando el momento al mismo tiempo.

Los fuertes vientos amenazaban su equilibrio, y la distancia a la que quedaba el suelo no era nada despreciable. Pero ese frío en las mejillas, era al mismo tiempo clarificador y agradable. También estaba la satisfacción de lo complicado de llegar hasta allí.

Lo real es lo que se vive desde abajo, en la ciudad, donde está todo el mundo. Caminar hacia el trabajo. Pagar las facturas. 4 semanas de vacaciones al año. Esperar a que el semáforo se ponga en verde. Ver la televisión. Quejarse de la situación política. Respirar contaminación. Estar con los colegas en el bar mientras tu cabeza está en otro sitio...

¡ Y una mierda!

Lo real es donde está tu alma. Lo real es la locura de vivir al máximo y darle esquinazo a las rutinas, a lo que se supone que debes ser y hacer, ese molde en el que se debe encajar. Lo real es la locura de redibujar tu camino y no tener miedo a desviarse. A lo mejor el desvío es mejor que el trayecto diseñado en un principio. Lo real es ser uno mismo, sobre todo si tienes la suerte de saber quien eres. Lo real era sostener su mirada...


“Creo que me quedaré aquí durante un tiempo”. Se dijo entonces, a sí misma, mientras se percataba de que las escenas que compartió con él eran una de las cosas más reales que había vivido nunca.  

martes, 18 de octubre de 2016

Tarde sexual

Cruce de miradas intensas.
Cuello que se estira, en un gesto de interés, a lo suricato.
Mirada, que se centra ahora en la comisura de tus labios.
Roce suave en la flexura del codo.
Tacto leve de tu mejilla contra la mía
Humedad intuída de tus labios cuando están cerca de los míos.
Mordiscos suaves en el cuello.
Lengua que juega con lóbulo y oreja.
Sonidos que conllevan escalofríos.
Gemidos que escapan.
Entrada ansiada.
Pupilas que se dilatan.
Agarrón de nalgas entre embestidas.
Respiración acelerada.
Respiración calmada.
Concentración.
Besos que completan el círculo.
Agarres repetitivos involuntarios.
Cuello que se estira hacia atrás buscando la concentración en el éxtasis.
Exhalaciones que escapan.
Rendición.
Descanso entre mantas.
Roces y caricias tranquilas.
Miradas que se encuentran y sonríen.
A veces risas.
Rutina de limpieza.
Abrazo.
Párpados que reposan.
Cuerpos que se entrelazan.
Paz.



viernes, 14 de octubre de 2016

El camino

Es súper curioso, como la vida puede pasar de estabilidad, calma, seguridad y conexión a incertidumbre, sacudida y tensión.

Decidí volcarme, darme entera, ser yo misma al máximo. Así hay más posibilidad de encontrar mi camino. EL CAMINO.

Algunos lo llaman felicidad. Otros amor. Otros vocación. Sentido vital. Depende de cual sea el camino de cada uno.

Echaré mi mejor mano siempre que me parezca vislumbrarlo y si no sale bien ahorraré cartas para la siguiente gran jugada.

Ahora estoy sufriendo mucho por las últimas rondas... todo mi cuerpo me dice que no estoy en el lugar adecuado, viviendo lo que me toca vivir. Me sentía en el camino. Es eso, ¿o que de repente estoy en una tierra extranjera y sola ante desafíos arduos? Una mezcla de ambos, for sure.

También puede ser que soy una romántica. Pienso que hay un futuro ahí para cada uno de nosotros, esperándonos, el mejor futuro posible, pero para entrar en él hay que estar atentos... ¡se puede escapar! Hay que estar ojo avizor con el alma atenta y preparada.

Es verdad, que como dicen, uno de los trucos para estar lo mejor posible es elegir bien. Ser consciente de lo que se elije y adelante con ello, tenemos la responsabilidad de nuestro presente y nuestro futuro. Si se siente que algo no esta bien, se cambia y punto. Dónde estamos es nuestra elección al fin y al cabo. No se puede tomar elecciones y desentenderse de ellas. 

El único problema es no tener bola de cristal y estar dando tumbos decisión adelante y decisión atrás. O lo que es peor, procrastinando el coger el desvío y seguir en un camino cómodo pero que ya se sabe a donde conduce y que no es EL camino. Prometo no entretenerme en caminos que no me corresponden.

¡Además! Tengo mi brújula preparada, mi instinto. Y si se equivoca habrá que pulirlo,como mapa valioso que es. Tengo toda una vida por delante para dibujarlo.

También hay que decir que hay campos magnéticos tan potentes, que pueden imantarte correctamente en un momento, ya sea en una noche, o en un instante; como un abrazo. 

El caso es que estoy preparada. Daré los tumbos que tenga que dar.  Aunque duela. Aunque algunos caminos maravillosos al final conduzcan a espinas o recuerdos. Fueron pedazos del camino oiga. El camino con mayúsculas entiéndase. ¡Vaya partes de la ruta madre mía!. Aunque luego el corazón se quede en carne viva de añoranza durante un tiempo, ha merecido la alegría de esos pocos días .

Estoy lista para saltar en definitiva. Aunque haya consecuencias después. 

¿Habrá compañeros tan locos como para compartir mis desvíos? Seguramente durante un tiempo, ¡ pero quiero caminantes duraderos!


Yo estoy lista. Lista para dejarlo todo en cualquier momento y lista para subirme a un tren en marcha a otro continente, a otra época u a otra dimensión si hace falta. Y tú ¿estás listo? Si lo estás, me encantaría que nos conociéramos. A lo mejor compartimos el mismo camino. EL CAMINO.




domingo, 2 de octubre de 2016

Pastilla roja powah




O se sucumbe a las pasiones plena, consciente y felizmente, 
arriesgándolo todo y dejando farfolla atrás,
- siendo el miedo sólo un recuerdo de vidas pasadas -
o se convierten en adicciones, 
impulsos vitales que sólo se sienten 
pero con los que se es incoherente. 

Segura y conocida soledad 
frente a riesgo e incertidumbre

¿Apego platónico
o vislumbre certero?

¿Será la decisión "racional" la adecuada? 

Si hay un dios cronista,
encargado de observar y escribir,
guardian de las historias humanas,
me pregunto:
¿estará derramando una lagrima
o suspirando de alivio?